La reposición de dientes mediante implantes dentales es la mejor solución para la sustitución permanente de una o varias piezas dentales.
Los implantes dentales son una raíz artificial de titanio que se inserta en el hueso maxilar superior o inferior uniéndose a él, actuando como soporte para las prótesis sobre implantes que realizarán la función de dientes artificiales de remplazo. El implante dental es totalmente biocompatible con el organismo.
Desde que hace unos 50 años el Profesor Branemark realizó el revolucionario avance sobre el que se basa la tecnología de implantes, esta técnica no ha dejado de evolucionar y ganar reconocimiento entre los profesionales del sector dental, y los pacientes, que cada vez más solicitan este tratamiento.
Esta técnica está basada en una amplia investigación científica y ello ha hecho posible conseguir resultados fiables que proporcionan una gran mejora estética y comodidad al paciente.
El implante dental es un tornillo de titanio elaborado de manera muy especial que es aceptado por el organismo como algo propio. De este modo, el hueso crece rápidamente alrededor de él, produciéndose una unión estable y duradera.
Hemos incorporado modernas técnicas de cirugía guiada por ordenador CAD-CAM, para colocar los implantes de manera más precisa y segura.
Para conseguir la reposición de un diente mediante un implante, es preciso colocar el tornillo de titanio en el hueso maxilar o mandibular. Sobre el implante se coloca un Pilar que es un componente de titanio o de cerámica que permite la adaptación segura entre el implante y la corona.
Finalmente se coloca la corona que puede ser de cerámica o resina según las situaciones. Para fijar estos componentes se utilizan pequeños tornillos. Para conseguir el resultado deseado es preciso hacer el diagnóstico preciso de la situación, utilizar los componentes adecuados siguiendo en todo momento un protocolo estricto y una técnica de gran precisión.
Los implantes dentales tienen muchas ventajas en comparación con las soluciones tradicionales de coronas, puentes y prótesis removibles. He aquí varios motivos a favor de los implantes:
1. Examinar previamente la situación. Lo primero es comentar con su dentista la situación y sus necesidades. Realizar una adecuada exploración y usar los métodos diagnósticos adecuados, que incluyen radiografías y scanner (TAC).
2. Inserción del implante dental. Habitualmente se prepara el hueso de forma muy cuidadosa para no lesionar las células óseas, seguidamente se coloca el implante en el hueso de manera que quede firmemente colocado y se le coloca un pilar temporal para protegerlo y que no entren residuos en su interior.
3. Se espera el tiempo necesario para que se produzca la integración ósea del implante y se retira el pilar temporal, para colocar a continuación un pilar definitivo.
4. Se realiza una impresión del pilar ya colocado, se obtiene un modelo final sobre el cual se confecciona la corona perfectamente adaptada al pilar.
Actualmente y en ocasiones que lo permiten, se puede colocar el/los implante/s y la/s coronas sobre ellos en el mismo día de la cirugía. Esto es lo que llamamos la técnica de «dientes en un solo día» y/o “carga inmediata”. Esta ha sido una gran aportación que ha dado comodidad a los pacientes. Debemos advertir sin embargo que el profesional es el que finalmente deberá decidir si esto es posible o no según la calidad del hueso del paciente y la zona a restaurar. Además, es importante saber que, aunque esta técnica va ganando adeptos, no tenemos la misma cantidad de respaldo científico que tenemos con la técnica convencional ya que hace menos tiempo que la utilizamos. Recuerde que también usamos fundas protectoras para los dientes, las cuales son de vital importancia para evitar un desgaste dental.