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Es posible que, debido a un golpe, a malos hábitos higiénicos en tu boca o, simplemente, al paso del tiempo, tus dientes hayan cambiado de color, presenten tinciones o ligeras desviaciones que afean la dentadura. En Odontología estética existen varios tratamientos entre los que se encuentran las carillas estéticas que pueden hacer que tu boca vuelva a lucir bien. Esto debe hacerse, en todos los casos, después de haber subsanado cualquier problema que pudieses sufrir en ellos o en las encías.
Llegado a este punto, si has hablado con tu dentista, tendrás la duda de si es más recomendable apostar por carillas de porcelana o por el contrario si me convienen más las carillas de composite. Aquí vamos a tratar de despejarlas explicándote para qué sirve cada una y en qué casos se ponen.
Las carillas fabricadas en composite poseen una serie de peculiaridades. En primer lugar, este es un material muy parecido al utilizado para llevar a cabo las reconstrucciones y los empastes de las piezas dentales afectadas por la caries. Esto se debe, fundamentalmente, a que, en términos de brillo, color y translucidez, sus propiedades son muy parecidas a las del esmalte original.
Este tipo de carillas suele colocarse cuando el problema estético que padece el paciente puede calificarse como leve. De hecho, solo se ponen cuando las alteraciones de color o tamaño son pequeñas. Pero, antes de nada, es indispensable llevar a cabo el limado de la pieza. Al fin y al cabo, la carilla es una especie de funda que ha de tener la misma forma y tamaño que el diente original.
Por lo general, los especialistas suelen recomendar el uso de carillas de composite cuando se trata de un problema aislado que afecta a una sola pieza o, en su defecto, a varias de ellas que se encuentran separadas entre sí.
Para colocar las carillas de composite es necesario utilizar una resina o cemento estético que garantiza su perfecta adhesión al diente. Sin embargo, esto no quiere decir que sea un tratamiento definitivo. Estos elementos suelen tener una vida útil de entre 8 y 10 años y, además, se pueden retirar y renovar siempre que se desee. De hecho, tu médico, una vez que te las coloque, te llamará a revisión cada seis meses o un año como máximo.
Las carillas de composite son más económicas que las de cerámica. Sin embargo, también poseen una menor calidad y resistencia. Esto se traduce en que pueden perder brillo y pigmentación con el paso del tiempo, sobre todo, si no se cuidan adecuadamente. Poseen la ventaja de poder colocarse en una sola sesión.
Las carillas dentales porcelánicas o de cerámica suelen ser recomendadas por los especialistas cuando el paciente necesita arreglar estéticamente varias piezas que se encuentran unidas entre sí o, al menos, están bastante cerca. Se caracterizan por ser extremadamente resistentes y duraderas.
Acostumbran a ser empleadas para hacer frente a problemas estéticos realmente graves. Hablamos, en este sentido, de fracturas, decoloración intensa, astillado y separación de las piezas dentales que resulten muy notorias. Brindan la posibilidad de eliminar por completo y definitivamente las manchas en los dientes que origina el consumo de determinados mediamentos como, por ejemplo la tetraciclina.
Este tipo de carillas permiten disfrutar de una sonrisa alta y de dientes cortos y bien alineados. Sin embargo, muchos pacientes se quejan de que, al abrir la boca, muestran demasiada cantidad de encía.
Ya hemos dicho que son más resistentes y duraderas. Evidentemente, esto hace que las carillas dentales de cerámica también sean más caras que las de composite. Sin embargo, este aspecto se ve compensado también al comprobar que su apariencia es mucho más natural y que requieren de un menor mantenimiento.
Tampoco son talladas sobre el diente por parte del odontólogo, sino que es un especialista el que, tras haber tomado el molde, las lleva a cabo en un laboratorio. Esto tiene el hándicap de que, para ser colocadas, requieren de varias visitas a la clínica.
Podemos decir, desde el primer momento, que las carillas dentales son válidas para prácticamente todas las personas sin excepción. De hecho, el sexo o la edad no son inconvenientes siempre y cuando se posee la dentadura definitiva. Sin embargo, hay casos en los que no es recomendable colocarlas.
Por ejemplo, cuando el paciente se presenta en la clínica con un apiñamiento severo de sus piezas dentales o con determinados defectos en la relación de sus arcadas dentarias, lo normal es que el odontólogo no se las coloque. Esto se debe, fundamentalmente, a que es bastante complicado que las carillas queden bien cuando se padecen estos problemas. De hecho, su ajuste es bastante difícil.
De igual modo, las personas con bruxismo, es decir, aquellas que hacen rechinar sus dientes mientras duermen por culpa del estrés o por cualquier otro motivo, tampoco deben ponerse carillas ya que estas pueden romperse y estropearse en muy poco tiempo. En este caso, siempre que el problema no sea excesivamente grave, pueden prescribirse aparatos dentales o férulas de descarga para usar durante la noche.
En cualquier caso, siempre debe ser el odontólogo, después de realizar la pertinente exploración y diagnóstico, el que debe decidir si las carillas dentales son un tratamiento adecuado o no.
Ya sabes cuáles son las principales diferencias entre carillas de composite y de cerámica. Sin embargo, queremos recordarte que la decisión de ponerte un tipo u otro no va a ser tuya en la mayoría de los casos. Recuerda que debe ser el odontólogo el que te oriente y te diga cuál es el tipo que mejor se adapta a tu caso.
En definitiva, ya necesites un tipo u otro, de lo que puedes estar seguro es de que, si te pones carillas dentales, conseguirás revertir rápidamente ese problema estético que afecta.
Nos ocurren muchísimas cosas durante nuestras vidas. Eventos inolvidables muchas veces felices y otras no tanto. Pero siempre debes afrontarlos con tu mejor sonrisa. La sonrisa es tu carta de presentación al mundo, es la máxima expresión que tu gesticulación puede regalar. Una sonrisa a un amigo, a un familiar incluso al mundo, te abrirán las puertas de todos los lugares que puedas imaginar. Unos dientes blancos y bien cuidados reflejan salud, belleza y vitalidad. Muchas personas en la actualidad para mantener esa sonrisa perfecta que los ayude a verse más saludables y hasta más felices han recurrido al Blanqueamiento Dental.
Es un tratamiento de alteración del color, trata de conseguir que se aclaren los dientes varios tonos de tu color actual. Este tratamiento ayuda a eliminar las manchas ocasionadas a través de los años por diferentes factores. El blanqueamiento dental es una de las técnicas más utilizadas actualmente en odontología y estética dental.
En la actualidad existen muchos tratamientos de Blanqueamiento Dental y maneras o formas de conseguirlo a través de expertos en el área de la odontología. Para realizarte un tratamiento dental debes tener bien claro que es y cuáles son sus beneficios. Un blanqueamiento dental es un tratamiento que se hace en tus dientes para retornar el color original de tus piezas dentales y dejarlos con un color más blanco y brillante. Esta técnica se creó en el mundo de la odontología debido a que con el paso del tiempo y con los diversos alimentos que se consumen, tabaco, alcohol… los dientes se van manchando y pierden su blancura original.
Para escoger un tipo de blanqueamiento dental estético debes acudir a tu Clínica Dental para que seas evaluada por un experto y te diagnostique si realmente necesitas hacerte este tratamiento. Así como cuales son las posibles causas que hicieron que se te mancharan los dientes y cuál es el blanqueamiento dental que más te conviene. Además, siempre se debe acompañar después del tratamiento con una dieta que suprima alimentos que tiendan a manchar tus dientes como el café, el, te, el vino (o reducir consumo) … Estos deben evitarse para que el blanqueamiento una vez que te lo hayas realizado te dure muchísimo más tiempo.
Vamos a enumerar los tipos de blanqueamiento dental que puedes conseguir en el mercado para blanquear tus dientes y no te produzca daños ni desgaste. De esta forma podrás escoger el que más te convenga, te guste o incluso se adapte a tu presupuesto:
Este tipo de blanqueamiento se realiza solamente dentro de la clínica puesto que se utilizan aparatos especializados para poder realizar el blanqueamiento de las piezas dentales. Consiste en aplicar un gel, que es para uso exclusivo en el tratamiento, en cada uno de los dientes para luego impregnarlos con una luz que sellara y potenciara la efectividad del gel haciéndolo que el diente blanquee de inmediato. Este tipo de tratamiento es rápido y muy eficaz pues podrás tener tus dientes blancos en tan solo el tiempo que dure la realización del mismo sin ningún tipo de molestias ni desgaste a tus piezas dentales.
Para realizar este tipo de tratamiento dental el Odontólogo realiza un molde de tu boca para mandar a elaborar unas férulas con la forma de tus dientes. Una vez que él se le entreguen las férulas al Odontólogo, él te suministrará un gel elaborado a base de diversos productos (no tóxicos) que tienen como función blanquear una vez que esté en contacto con los dientes. Esto se va a realizar en la intimidad de tu casa. Antes de dormir deberás impregnar la férula con el gel y colocártela inmediatamente dejándola actuar en la boca durante toda la noche. Este tratamiento se realizara varias veces y es revisado en la clínica hasta que se consigue el blanco perfecto que debe tener tu dentadura según sea tu color original y según las condiciones en las que estén tus dientes.
Dependiendo del caso y de lo que realmente se necesite para logar conseguirte unos dientes blancos muchas veces el Odontólogo requiere realizar un tratamiento en conjunto que implica aplicar las dos técnicas anteriores.
Cuando se realizan tratamientos dentales para corregir mordidas o simplemente para enderezar dientes torcidos se utilizan métodos como el tratamiento endodóntico. Este tipo de tratamientos una vez que se retira muchas veces dejan manchas en los dientes. En ese caso se aplica una internamente un gel dentro del diente para eliminar toda la tinción que se ha producido por el tratamiento al que los dientes se han sometido.
Existen muchas ventajas en realizarnos un blanqueamiento dental que debemos conocer para entender sus beneficios: